El BNG denuncia la falta de médicos en Salvaterra

En estos momentos, Salvaterra de Miño únicamente dispone de dos médicos activos de los cinco necesarios para el buen funcionamiento de su centro de salud. La falta de personal sanitario unida a la saturación existente en cuanto a citas con demora, salidas a domicilio y urgencias hacen que el municipio esté viviendo una situación que, Patricia Mariño, portavoz del Bloque, define como "de máxima gravedad". Mariño pone de manifiesto que, pese a la ausencia de personal, el Sergas se niega de manera reiterada a cubrir las plazas vacantes.

Hace dos días, los dos médicos que se encuentan en activo en el centro de salud decidieron colgar una nota informativa con e fin de informar de la situación a la ciudadanía. En ella, explicaron que la falta de efectivos les impidía cubrir todos los casos con normalidad, por lo que cuentan con prioridad de asistencia "los pacientes que tienen cita en agendas de días anteriores, las salidas a domicilio y las urgencias". Asimismo, informaron se que solo serían atendidas las "urgencias reales", y aquellos que tengan dolencias menores o consultas ambulatorias no tendrán respuesta. Además, el equipo médico añadió que está mentalmente agotado: "Nuestras cabezas pensantes no dan más con esta saturación de trabajo, con la forma en la que nos hacen trabajar", afirman. El personal profesional reconoce que tanto ellos como los pacientes están siendo perjudicados por el colapso al que se están viendo sometidos, a la vez que pide perdón por las molestias que pueden haber causado.

Mariño asegura que la carta de los doctores es la muestra de que el Sergas debe cubrir las bajas, y de que la situación es insostenible si no adoptan medidas. "Es normal que los profesionales no acepten la carga de trabajo de sus compañeros ausentes. Esto puede ocurrir una o incluso varias veces si se trata de algo específico, pero no de forma constante y repetida, como está sucediendo en Salvaterra", afirma la portavoz del BNG, que añade además que si la situación continúa así, el personal que todavía sigue va a acabar "quemado y también de baja".