Indignación en Tui por la falta de seguridad en el Teatro Principal tras un nuevo desprendimiento

El Teatro Principal de Tui vuelve a estar en el centro de la polémica tras el desprendimiento de parte de su cornisa a primera hora de la mañana del domingo 7 de septiembre, alrededor de las 9.30 horas. Los cascotes cayeron a la calzada, muy cerca de las viviendas y locales de la zona, sin que se produjeran heridos, un hecho que los vecinos califican de “milagro” dado el riesgo evidente para quienes pudieran transitar en ese momento.

Según relatan los residentes, los restos permanecieron en la calle durante varios días hasta que, el martes posterior, una grúa los apartó y los acumuló en una esquina de la plaza. Pese a este primer movimiento, los fragmentos de la cornisa todavía no se han retirado de la vía pública. Los vecinos afirman que el suceso fue notificado a la Policía Local y a varios concejales del Ayuntamiento, aunque denuncian que aún no se ha ofrecido información clara sobre las medidas previstas.

El Teatro Principal, actualmente en estado de ruina, había sido objeto hace aproximadamente un año y medio de trabajos de desescombro interior, en los que se conservaron las fachadas. “Se supone que hubo técnicos supervisando, pero ahora vemos el resultado”, lamenta una vecina.

La sensación de inseguridad se extiende más allá del teatro: “Hay muchas casas en la misma situación en el casco histórico, incluso una colindante al propio teatro perdió parte de un lateral y los escombros siguen en la calle”, apuntan los residentes. La falta de protección en la zona, donde se han colocado vallas sujetas con bridas, incrementa la preocupación vecinal, ya que los elementos podrían no resistir un nuevo desprendimiento.

Los afectados reclaman al Concello que actúe de inmediato retirando el resto de la cornisa en riesgo de caída, refuerce las medidas de seguridad y, sobre todo, informe a los vecinos de las actuaciones previstas. “Vivimos con miedo, hay gente mayor en la zona, y si ocurre una emergencia la calle está prácticamente inaccesible por las obras de la Corredera. Hoy salimos por San Bartolomé, pero ¿qué pasará si hay un incendio o si necesita entrar una ambulancia?”, se preguntan.

Por el momento, la única respuesta oficial trasladada a los vecinos es que los técnicos deben estudiar la situación, aunque ya ha pasado más de una semana y media desde el desprendimiento. La incertidumbre crece y la comunidad insiste en que no se debe esperar a que se produzca una desgracia para tomar medidas.