La alcaldesa de Tomiño, Sandra González, pide apoyo a la Xunta para proteger la historia de Tomiño

La frontera del río Miño guarda una historia compartida que reclama compromisos firmes. La alcaldesa de Tomiño, Sandra González, mantuvo una reunión con el director general de Patrimonio Cultural de la Xunta de Galicia, Ángel Miramontes, para abordar dos asuntos estratégicos para el presente y futuro del municipio: la recuperación de la Fortaleza de Goián y el avance en el reconocimiento del histórico Camiño da Nosa Señora do Norte a Santiago.

En el encuentro, la alcaldesa destacó la grave situación de la Fortaleza de Goián, declarada Bien de Interés Cultural y una de las fortalezas más relevantes del siglo XVII en la frontera del Miño. Tres años después de las inundaciones de Navidad de 2022, la fortaleza sigue en estado de ruina, en contraste con la actuación del Estado en otros puntos de la frontera, como Valença, donde las fortificaciones afectadas fueron recuperadas. Desde el Concello se reclamó avanzar en un convenio o línea de ayudas específicas que permitan su reconstrucción y puesta en valor.

“La Fortaleza de Goián no puede permanecer en este estado, porque hablamos de un Bien de Interés Cultural que forma parte de nuestra identidad y de la historia común de la raia. Es imprescindible una respuesta a la altura de su importancia, porque se trata de una obra de gran valor patrimonial”, subrayó la regidora, quien insistió en la colaboración entre administraciones para desbloquear esta actuación tan necesaria.

Otro eje central de la reunión fue el trabajo que el Concello de Tomiño desarrolla desde hace más de dos años para el reconocimiento del Camiño da Nosa Señora do Norte como parte del Camino de Santiago. Se trata de un itinerario medieval documentado históricamente, con referencias al paso de peregrinos ya en 1295, fruto de una investigación iniciada en 2022 por el arquitecto Antonio Soliño, que incluyó la consulta de archivos y fuentes documentales.

La ruta histórica, de casi 200 kilómetros, conecta siete municipios gallegos y portugueses —Tomiño, Gondomar, Redondela, Vila Nova de Cerveira, Póvoa de Varzim, Viana do Castelo y Caminha—, unidos bajo la Declaración de Vila da Barca, comprometiéndose a poner en valor este camino con un gran potencial natural, patrimonial y cultural. La ruta ya cuenta con imagen propia, integrada en la red general del Camino de Santiago, respetando la identidad xacobea pero con personalidad diferenciada.

“La Xunta nos trasladó que el reconocimiento de nuevos caminos oficiales está cerrado, pero abrimos la puerta a una alternativa muy relevante: el reconocimiento como itinerario cultural, que permitiría señalizar, visibilizar y poner en valor este recorrido histórico”, explicó Sandra González. “Para Tomiño sería un primer paso fundamental que reconoce años de trabajo riguroso y una oportunidad de desarrollo cultural y turístico sostenible para toda la comarca”, añadió