O Rosal y Tomiño combinan empleo y cultura con la recuperación de cuatro enclaves históricos

Los concellos de O Rosal y Tomiño han impulsado una nueva edición del Obradoiro de Emprego Roteiros Etnográficos ‘O noso patrimonio’, un programa que combina formación remunerada en oficios de albañilería y carpintería con la recuperación de espacios etnográficos de gran valor histórico y cultural en la comarca.

Veinte personas desempleadas participaron durante nueve meses en este proyecto, que contó con el respaldo de la Xunta de Galicia y el Servicio Público de Empleo Estatal. El alumnado recibió más de 1.200 horas de formación teórica y práctica, que se aplicaron directamente en actuaciones de restauración en los Muíños do Folón, el Muíño de Pedro y los lavaderos del Regatiño y del Marco.

La alcaldesa de O Rosal, Ánxela Fernández Callís, destacó que el proyecto “es una muestra clara de cómo la formación puede ser motor de cambio real, tanto en la vida de las personas participantes como en el propio territorio, que gana espacios rehabilitados y puestos en valor”.

En el mismo sentido, la alcaldesa de Tomiño, Sandra González, subrayó que “la cooperación entre concellos nos permite poner en marcha programas que dan resultados visibles: patrimonio recuperado, economía local dinamizada y personas capacitadas para incorporarse al mercado laboral en sectores con gran demanda como la carpintería y la albañilería”.

Principales actuaciones realizadas

• O Rosal: en los Muíños do Folón se repararon canales dañados, se restauraron muros de contención, se construyeron nuevas pasarelas y se sustituyeron tejas, además de incorporar nueva señalización en varios puntos del recorrido.

• Tomiño: en el Muíño de Pedro se reconstruyó la cubierta con madera y teja cerámica, se restauraron muros de piedra y se acondicionó la zona de la fuente y manantial. En los lavaderos del Regatiño y del Marco se realizaron limpiezas, canalizaciones de agua, reparación de muros, reposición de cubiertas y recuperación de piezas de piedra originales.

El programa tuvo un doble impacto positivo: mejorar la empleabilidad de sus participantes y conservar el legado etnográfico de la comarca, reforzando la identidad cultural del territorio y fomentando la economía local.

Las regidoras recordaron que este tipo de proyectos “ya han demostrado su eficacia en experiencias anteriores, como el programa Agroemprega, que concluyó con una alta tasa de inserción laboral entre más de un centenar de participantes”.