-Palabras como corpos prata-, el poemario escrito en el océano por el presidente de Orpagu, vuelve a casa

El libro “Palabras como corpos prata”, que hoy se presentó en la Casa dos Alonso en A Guarda, nació como un regalo “y seguirá siendo un regalo hasta el final”, como destaca su autor, Joaquín Cadilla, presidente de la Organización de Palangreros de A Guarda. Se trata de un poemario inusual con más de cuarenta pequeños textos que Cadilla escribió en pleno océano para lo que él creía que era un blog de Orpagu y en el que las mujeres guardesas y la propia villa marinera son el centro de la materia poética. Finalmente, esos poemas no fueron a parar a un blog sino a un libro con el que los socios y trabajadores de Orpagu sorprendieron a su presidente al reunirlos en una edición especial con la que le obsequiaron en el 25 aniversario de la organización.

Ese obsequio ha cerrado el círculo esta tarde con su presentación al público en un acto en la Casa dos Alonso, donde el autor, acompañado de un grupo de amigos -poetas, periodistas y armadores-, explicó el significado de los textos que escribió a bordo del “Balueiro”, rodeado de mar y con morriña por su casa, A Guarda. El libro se puede conseguir a partir del lunes en las

librerías guardesas y su precio lo decidirá el propio comprador, ya que el dinero se destinará íntegramente a la Asociación Avelaíña, una entidad sin ánimo de lucro, declarada de Utilidad Pública e integrada por personas con enfermedad mental, familiares, cuidadores y personas sensibilizadas ante este problema de salud.

A Guarda y sus mujeres, el mar y la ribera son temas recurrentes en “Palabras como corpos prata”, pensamientos de altamar en los que se entremezclan las sensaciones, algunas con nombres propios y otras, fruto de la nostalgia, la reivindicación o la esperanza. De fondo, un universo femenino admirado, respetado y elogiado al que se venera con ese amor eterno homérico que se profesan un Ulises marinero y una Penélope -hecha carne o hecha hogar- destino y punto de partida.

El poeta Manrique Fernández fue el encargado de conducir un acto en el que primó la emoción. La de su autor, la de los participantes y la del numeroso público que se dio cita en el evento literario, en su mayoría esas mujeres del mar a las que Joaquín Cadilla dedica parte de sus textos. En el feliz evento, en el que colaboró el Concello de A Guarda, no faltó la música, de la que se encargó la intérprete guardesa Laura Tantes.