Aparece una segunda narcolancha abandonada en plena frontera con Portugal

Los vecinos de la ribera del Río Miño han amanecido atónitos al descubrir una narcolancha abandonada flotando cerca de la localidad de A Guarda en la zona conocida como Praia da Armona, en un tramo especialmente tranquilo del río que separa España y Portugal. Este extraño suceso ocurre solo tres días después de que otra embarcación similar fuera encontrada en las costas de Vilagarcía el pasado 25 de diciembre.

La embarcación, equipada con tres potentes motores y varios bidones de combustible, fue localizada por un pescador que dio aviso inmediato a las autoridades. Según testigos, la lancha parece haber quedado varada tras intentar navegar por uno de los meandros más estrechos del Miño, lo que sugiere un intento fallido de cruce fronterizo.

El "corredor fluvial" del Miño bajo sospecha

Fuentes de la Guardia Civil y de la GNR portuguesa han señalado que este hallazgo refuerza la hipótesis de un "nuevo corredor fluvial" empleado por los narcos para sortear los controles marítimos habituales. Aunque el uso del Miño para actividades ilícitas no es una novedad, la presencia de narcolanchas de gran tamaño en sus aguas es algo completamente inusual.

“Es la primera vez que vemos algo así en esta zona. Estamos ante un nuevo desafío logístico por parte de estas organizaciones”, declaró un portavoz de la Guardia Civil.

Vecinos y curiosos, en shock

La noticia ha corrido como la pólvora entre los vecinos de la comarca, que no salían de su asombro. “Nunca pensé que algo así pudiera pasar aquí. Siempre hemos visto el río como un lugar tranquilo, y ahora parece sacado de una película de acción”, comentó Manuel Domínguez, un residente de Camposancos que presenció cómo se remolcaba la lancha.

Por otro lado, algunos vecinos han comenzado a bromear en redes sociales sobre la posibilidad de que el río Miño se convierta en el nuevo "Pontevedra Caribe", en referencia al tráfico de estupefacientes en la región.

Investigaciones en curso

Las autoridades han iniciado una investigación conjunta entre España y Portugal para determinar el origen y destino de la embarcación. Aunque no se han encontrado drogas a bordo, la policía no descarta que la lancha estuviera siendo utilizada para un transporte fallido.

Por su parte, el alcalde de A Guarda, Roberto Carrero, ha llamado a la calma, asegurando que este hallazgo “no afecta la tranquilidad ni la seguridad de la comarca, pero sí pone de manifiesto la necesidad de fortalecer los controles fronterizos”.