Frecuencias incumplidas y autobuses saturados: el BNG reclama a la Xunta un nuevo modelo de transporte en el sur de Pontevedra

El BNG ha reclamado a la Xunta de Galicia la elaboración de un nuevo proyecto de explotación del transporte interurbano en las comarcas del Baixo Miño y el Val Miñor, con el objetivo de mejorar de forma real la calidad del servicio que recibe la vecindad. La iniciativa fue defendida este jueves en el pleno de la Diputación de Pontevedra, donde el grupo nacionalista alertó de que la situación actual es “insostible”.

La diputada provincial Manuela Rodríguez Pumar explicó que los problemas se acumulan desde que la UTE Lugove asumió la concesión del transporte interurbano en esta zona del sur de la provincia. Según señaló, los incumplimientos en frecuencias, horarios oficiales, rutas y estado de los vehículos son continuos, generando un fuerte malestar entre las personas usuarias y afectando especialmente a quienes dependen del autobús para desplazarse por motivos laborales, educativos o sanitarios.

Entre las principales deficiencias denunciadas, Rodríguez destacó la saturación habitual de los autobuses, que se llenan en las primeras paradas, obligando a muchas personas a viajar de pie en vehículos que no cuentan con los elementos homologados para hacerlo con seguridad o, directamente, a quedarse en tierra sin poder acceder al servicio. Esta situación, subrayó, fuerza a recurrir al vehículo privado o al taxi, encareciendo los desplazamientos y reduciendo el uso del transporte público.

El BNG también puso el foco en la reducción de la oferta en las horas punta, especialmente a primera hora de la mañana y al mediodía, lo que afecta de forma directa a los desplazamientos hacia el campus universitario de Vigo (CUVI), otros centros educativos y hospitales de referencia como Álvaro Cunqueiro y Meixoeiro. En el caso de las líneas que parten o finalizan en el Baixo Miño, el grupo nacionalista denunció además el incremento injustificado de los tiempos de recorrido, síntoma de una planificación deficiente y alejada de las necesidades reales de la población.

“La situación actual demuestra que el nuevo plan de transporte público de Galicia no mejoró el servicio anterior, a pesar de los anuncios del PP”, afirmó Rodríguez, quien recordó que el medio rural ha sido uno de los grandes perjudicados, al ver reducida la cobertura de un servicio básico para garantizar la movilidad y el acceso a derechos fundamentales.

Desde el BNG se considera que la rescisión del contrato con Lugove, anunciada por la Xunta como un acuerdo “de mutuo acuerdo”, confirma las advertencias que venían realizando colectivos de personas usuarias y el propio Bloque sobre los errores de diseño del Plan de Transporte de Galicia. A su juicio, se trata de contratos pensados para grandes empresas foráneas, en detrimento de pequeñas y medianas compañías de la zona, y sostenidos en el tiempo gracias a incumplimientos tolerados por la administración autonómica.

Por todo ello, el grupo nacionalista reclama que la Xunta elabore un nuevo proyecto de explotación, con rigor técnico, adaptado a la realidad territorial de Galicia, a su dispersión poblacional y a su orografía, y centrado en las necesidades de las personas usuarias, no en los intereses de las concesionarias. Mientras no se adjudique un nuevo contrato, el BNG exige además garantías claras de que se cumplirán las condiciones del servicio vigente, evitando que continúen los incumplimientos actuales.

El Bloque advierte de que la degradación del transporte público está provocando el abandono progresivo del autobús por parte de la población, favoreciendo el uso del vehículo privado y yendo en contra de un modelo de movilidad sostenible y accesible para todos.