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Eva González del Socorro

Periodista

La ilusión hecha pancarta

La democracia debe ser un ejercicio permanente de diálogo transparente, nítido, sin tapujos ni entresijos.

La democracia debe ser un ejercicio permanente de diálogo transparente, nítido, sin tapujos ni entresijos.

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Fecha: 24 de Mayo de 2023

Fuente: Relatos cortos de Eva.

¿Se han dado cuenta ustedes de la euforia que se percibe en las calles, los pueblos, las plazas de toros, centros culturales, etc., etc.?  Estamos en periodo de elecciones  y esa reacción es la prueba irrefutable de que los habitantes de este país no han perdido la ilusión y aspiran a que las cosas funcionen, a que se hagan bien. Quieren vivir mejor.

 

Por naturaleza, no soy una persona desconfiada y creo firmemente que los candidatos y candidatas que se presentan a estas elecciones municipales lo hacen porque están convencidos de que pueden mejorar  la vida, la economía, la sociedad, los servicios del municipio por el que concurren.

 

Prueba de ello es que leyendo los programas electorales de las distintas candidaturas, se observan objetivos casi idénticos, parecidos o con fines exactos para los municipios.

 

Durante los últimos  años de mi vida activa como corresponsal en el Baixo Miño, no he dejado de preguntarme, cada cuatro años, por qué los candidatos no mostraban un ejercicio de conciliación excepcional y una vez conformada la nueva corporación  aceptaban trabajar, todos a una, en los proyectos y objetivos coincidentes, para acortar tiempos, debates inútiles y ganar en eficacia unánime.

 

Los votantes conocen perfectamente lo que funciona y lo que no funciona en los lugares donde viven. Su pretensión es que los obstáculos se eliminen y los problemas se resuelvan. ¿Conocen ustedes, amables lectores, a alguien que no piense así?

 

Este enfoque surge, simplemente, de la aplicaciones del sentido común.

 

La democracia debe ser un ejercicio permanente de diálogo transparente, nítido, sin tapujos ni entresijos.

 

Los nuevos y críticos tiempos, los que llegan con este cambio climático, las pandemias, la guerra, etc., etc., no admiten dilaciones ni pérdida de oportunidades para llevar a cabo cambios o mejoras imprescindibles. Me refiero a esas acciones  que todos los grupos políticos coinciden en considerar necesarias y que no deberían ser aplazadas debido a un tiempo perdido en discusiones y desconfianzas.

 

Muchas personas, al igual que yo, aplaudirían a aquellas corporaciones salientes que fuesen capaces de apartar diferencias, a favor de promover la efectividad, siempre a favor del municipio y de sus habitantes.

 

Ahora que están en plena campaña, señores y señoras candidatos, sería un gran paso que cada uno de ustedes optase por el voto a favor del diálogo, de la convivencia, de la colaboración, de la aportación gratuita de ideas, del planteamiento altruista de soluciones. Habrá quien después de leer esta retórica que suena a sermón, piense que me ha sido fácil decir lo que pienso, pero que me sería muy difícil aplicarlo a mi propia vida. No les niego esa razón.

 

También debo decir que a lo largo de mis 33 años como corresponsal de Faro de Vigo en el Baixo Miño, no he conocido a un alcalde o alcaldesa que, equivocado o no, actuase a sabiendas en contra de los intereses de su municipio. Otra cosa son las consecuencias de los posibles errores.

 

Llega pronto el tiempo del ejercicio ciudadano de depositar el voto. Que sea consciente, pensado a favor del pueblo en general.

La conciencia de cada uno lo agradecerá.

 

Les regalo estas reflexiones y agradezco su atención, queridos lectores de Infomiño. Que ustedes voten bien.

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