Almacenamos o accedemos a información en un dispositivo, tales como cookies, y procesamos datos personales, tales como identificadores únicos e información estándar enviada por un dispositivo, para anuncios y contenido personalizados, medición de anuncios y del contenido e información sobre el público, así como para desarrollar y mejorar productos.
Con su permiso, podemos utilizar datos de localización geográfica precisa e identificación mediante las características de dispositivos. Puede hacer clic para otorgarnos su consentimiento a nosotros para que llevemos a cabo el procesamiento previamente descrito. De forma alternativa, puede acceder a información más detallada y cambiar sus preferencias antes de otorgar o negar su consentimiento. Tenga en cuenta que algún procesamiento de sus datos personales puede no requerir de su consentimiento, pero usted tiene el derecho de rechazar tal procesamiento. Sus preferencias se aplicarán en toda la web. Más información.

Reducir
  • Abre en nueva ventana: Infomiño.com te informa donde estés: noticias directas a tu WhatsApp.

Eva González del Socorro

Periodista

Adiós al querido bar del Monte Aloia

La imposibilidad de renovar la concesión, al no llegar a un acuerdo con los comuneros, les hace abandonar este lugar encantador.

La imposibilidad de renovar la concesión, al no llegar a un acuerdo con los comuneros, les hace abandonar este lugar encantador.

Etiquetas del contenido

Fecha: 11 de Enero de 2024

Fuente: Relatos cortos de Eva.

El establecimiento tuvo sus inicios hace 46 años, en la cumbre de este Parque Nacional donde reinan una fauna y árboles magníficos. Se ganó la estima de clientes locales y ha tenido encargos desde varias ciudades de España. El próximo 15 de enero cierra sus puertas y en febrero habrá un reconocimiento popular a la familia que ha llevado adelante el negocio.

 

A Sebastián Gómez Rodríguez, de 73 años de edad, el alma mater del local, le ha caído más  de una lágrima. En estos momentos de despedida habla conmovido de sus sentimientos y experiencias como fundador del restaurante Monte Aloia, situado en la cima de este privilegiado entorno natural de aire perfumado de aromas silvestres, donde pueden verse pastando caballos salvajes y ganado.

 

Durante 30 años, Sebastián compaginó está vocación con su trabajo en las instalaciones de Citroën. Junto a su mujer, Consuelo Alonso Alonso, y más recientemente con su hijo Samuel al frente, han dado vida personalidad y estilo a este refugio cálido y acogedor que ha recibido más de una vez a comensales como el fallecido Manuel Fraga, varios obispos, políticos a nivel provincial, alcaldes, ciclistas participantes en pruebas deportivas, caminantes, peregrinos que suben a rezar a San Julián, a veraneantes y a familias de los más  diversos estratos sociales.

 

Esta aventura comenzó con una humilde chabola que Sebastián y Consuelo levantaron hace casi 50 años cerca de este lugar. "Allí vendíamos refrescos, café de pota y sardinas asadas, en ocasiones", explica. Les sorprendió la cantidad de personas que acudían hasta allí. Eso les animó a empezar más en serio, a pesar de todos los problemas que les esperaban. Fue muy difícil construir, cuenta, pero gracias a las personas que les ayudaron, pudieron hacer realidad su sueño. Se empeñaron para poder construir un comedor y más adelante instalaron servicios abiertos al público, que se permitieron al ser los únicos del monte Aloia.

 

Sebastián no olvida y recordará siempre a personas que les ayudaron y  ya no están en este mundo, que da a entender fueron muchas. Una de ellas fue Alejo Núñez Pascual, ex alcalde de Tui, ya fallecido.

 

El plato favorito del restaurante fue siempre la tortilla de patatas. "Incluso unos clientes de Valencia llegaron recomendados, hace unos días, para saborearla", relata.

 

El utilizar horno de leña y brasas, imprime a sus platos un sabor especial que encandila a los comensales. Son recetas que aprendieron de sus padres y abuelos. Otros menús de éxito son el churrasco, bacalao al horno o cocido, la empanada, sobre todo de maíz "que ahora enviamos a varios sitios de España".

 

Son otros tiempos y hace unos días, a las 3 de la tarde, recibían una llamada desde Sevilla para agradecerles la exquisita empanada que les habían enviado y que acababan de saborear. Mensajes como este les llegan también desde Barcelona, lamentando el cierre del acogedor restaurante."Es un orgullo muy grande recibir abrazos de todas estas personas, lamentando que cerremos. Sabemos que nos quieren muchísimo", dice con emoción.

 

Durante todo este tiempo, el matrimonio que reside en Guillarei, al que le falleció un hijo, ha vivido más tiempo en el monte Aloia que en su casa. Ha contemplado nevadas, como la más abundante, en el año 1998, cuando los coches no pudieron subir hasta la cumbre, pero ellos abrieron al público al día siguiente.

 

La imposibilidad de renovar la concesión, al no llegar a un acuerdo con los comuneros, les hace abandonar este lugar encantador. Desmantelarán su interior y sólo quedarán en pie las paredes.

 

Las últimas palabras de Sebastián en nuestra conversación fueron: "Deseo que mi corazón llegue a todos esos clientes y amigos que nos ayudaron".

 

Se ha podido saber que está en fase de organización un acto público para reconocerles su contribución a la promoción gastronómica de Tui, sin desmerecer la entidad del Parque Natural Monte Aloia, en donde cocinaron y sirvieron durante 46 años.

 

Su hijo, Samuel Gómez Alonso, inaugurará dentro de poco un establecimiento de servicio de comida para llevar a casa. Estará en Guillarei, cerca de la vivienda de sus padres y de la gasolinera. La saga continúa, con otro estilo.

 

Aprovecho para desearles un feliz año nuevo, queridos lectores de Infomiño.


NOTA RECTIFICATIVA Y ACLARATORIA SOBRE EL ARTÍCULO “ADIÓS AL QUERIDO BAR DEL MONTE ALOIA”

 

María Eva González del Socorro. Periodista.

 

Sobre el artículo de mi autoría, publicado en este medio con el título “ADIÓS AL QUERIDO BAR DEL MONTE ALOIA”, elimino donde digo que ante “la imposibilidad de renovar la concesión al no llegar a un acuerdo con los comuneros, desmantelarán su interior y sólo quedarán las paredes”.

Lo sustituyo diciendo que “el cierre del local es por decisión del titular que ejerce la actividad económica en el mismo. El titular de la actividad dejará en el local los materiales que considere”.

 

Añado que no expiró la concesión y que el titular desistió voluntariamente.

 

La finalidad del artículo sobre este lugar encantado y emblemático, no es entrar en detalles legales, sino que es dar a conocer el “ADIÓS AL QUERIDO BAR MONTE ALOIA”.

Otros contenidos relacionados

Contenidos relacionados

Nuevo comentario

Debe estar validado para poder dejar un comentario, puede validarse o registrarse aquí