Almacenamos o accedemos a información en un dispositivo, tales como cookies, y procesamos datos personales, tales como identificadores únicos e información estándar enviada por un dispositivo, para anuncios y contenido personalizados, medición de anuncios y del contenido e información sobre el público, así como para desarrollar y mejorar productos.
Con su permiso, podemos utilizar datos de localización geográfica precisa e identificación mediante las características de dispositivos. Puede hacer clic para otorgarnos su consentimiento a nosotros para que llevemos a cabo el procesamiento previamente descrito. De forma alternativa, puede acceder a información más detallada y cambiar sus preferencias antes de otorgar o negar su consentimiento. Tenga en cuenta que algún procesamiento de sus datos personales puede no requerir de su consentimiento, pero usted tiene el derecho de rechazar tal procesamiento. Sus preferencias se aplicarán en toda la web. Más información.

Reducir
  • Abre en nueva ventana: Infomiño.com te informa donde estés: noticias directas a tu WhatsApp.

Eva González del Socorro

Periodista

¿Noche de Paz?

Cada día me planteo la misma cuestión: veo o no el telediario con su carga de vídeos de la matanza atroz que se está perpetrando en Gaza, ante la mirada y el gesto casi impasible del mundo.

Cada día me planteo la misma cuestión: veo o no el telediario con su carga de vídeos de la matanza atroz que se está perpetrando en Gaza, ante la mirada y el gesto casi impasible del mundo.

Etiquetas del contenido

Fecha: 15 de Diciembre de 2023

Fuente: Eva González del Socorro

Soy un saco de contradicciones. No sabía si ponerme a escribir  o  hacer como en las pasadas semanas: callar y dejar pasar el telediario hasta que acabe.

 

Me decido por lo primero, porque me duele el alma. No es una sugestión, es dolor físico. Cada día me planteo la misma cuestión: veo o no el telediario con su carga de vídeos de la matanza atroz que se está perpetrando en Gaza, ante la mirada y el gesto casi impasible del mundo.

 

Tengo frente a mi sofá, en lugar principal del salón, el bellísimo nacimiento que nos regaló nuestra hija mayor. Casi se me caen las lágrimas. La escena es la que todos conocemos. Es el nacimiento de Jesús  de Nazareth, el Mesías. Está dormido sobre las pajas del portal, su madre, María, la Virgen María, le mira embelesada y tiende una mano hacia él. San José, erguido con su cayado entre las manos es la imagen de la paz. Los tres Reyes magos se inclinan y arrodillan para adorar al Niño Dios.

 

Esto es lo que tengo en mi casa para adornar estos días en familia, que es lo más valioso de mi vida. Mientras, en el resto del mundo pasan las semanas y los días contabilizando decenas de miles de víctimas, entre ellas millares de niños y niñas, mujeres, personas ancianas….. Muchas han sido asesinadas a quemarropa por el ejército israelí, que cumple órdenes para ejecutar este genocidio, un nuevo holocausto con el pueblo palestino como objetivo a exterminar.

 

¿Es que no hay memoria? Millones de judíos pasaron hace 80 años por campos de concentración con cámaras de gas para su eliminación, idea de una sociedad criminal que dominó a casi toda Europa en el III Reich creado por el fürer Adolf Hitler.

Yo era casi una niña cuando comencé a leer libros y novelas para tratar de entender lo que había ocurrido en la segunda Guerra Mundial.

 

Le preguntaba a mi madre, en aquellos años 60 del pasado siglo, cuál era el motivo de que nadie hubiese hecho nada para parar aquella matanza sin sentido. La respuesta siempre era vaga "no podíamos imaginar que estuviese ocurriendo eso. Acabábamos de sobrevivir a nuestra Guerra Civil". Nunca me quedé  conforme.

 

¿Entienden ahora, queridos lectores de Infomiño, cuál es mi dilema personal? Me pregunto qué puedo hacer yo para no seguir impertérrita sabiendo que otro holocausto se está cometiendo delante de nuestras narices….. y no hacemos nada.

 

Quede claro que condeno con la misma energía el asesinato de más  de mil judíos cometido por el brazo palestino armado de Hamas.

 

La excusa perfecta y más recurrida por muchas personas es razonar que los pueblos palestino e israelí siempre vivieron en guerra. Son cosas de ellos…. Pero ahora hemos visto rostros inocentes de niños y niñas rezando a su Alá,  pidiendo ayuda ante una muerte anunciada. Vemos a los muertos envueltos en ropas, con ataduras a la altura de la cabeza y de los piés, acumulándose unos contra otros. Vemos como va quedando polvo donde existían ciudades y hogares, mientras los supervivientes caminan hacia el sur del país buscando una salida para no morir. Muchos se topan cara a cara con la muerte antes de llegar a su imaginaria salvación.

 

Más al norte, prosigue la guerra entre Ucrania y Rusia, cuyo zar Putin se empeña en recrear la URSS a su gusto. Su rival y presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, recorre países buscando aliados. Pero las puertas se están empezando a cerrar, por lo que puede ser que el invasor logre victorias vergonzosas.

 

No permitamos que la cruda realidad que acabo de relatar estropee las veladas navideñas en familia. Pidamos a nuestro Dios que nos ayude a discernir lo bueno de lo malo y que nos revele cuál puede ser nuestra contribución para que la justicia derrote a aquellos que hacen el mal a mansalva. Exijamos que se cumplan los Derechos Humanos en todos los casos.

 

Y en cuanto a nuestro país, es necesario que impere el orden. Los inventos, nunca fueron sanos ni efectivos, ni buenos para el pueblo. Que reine la paz con mucho, mucho sentidiño.

 

Les deseo unas felices navidades, no permitan que la realidad les mate la ilusión. Que la salud, el amor y la felicidad les acompañen siempre.

Otros contenidos relacionados

Contenidos relacionados

Nuevo comentario

Debe estar validado para poder dejar un comentario, puede validarse o registrarse aquí