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Eva González del Socorro

Periodista

. . . Y las estrellas brillaron más que nunca.

Relatos cortos de Eva.

Feliz Navidad, queridos lectores de esta sección de Infomiño. Próspero año 2022. Salud, amor y suerte.

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Fecha: 26 de Diciembre de 2021

Fuente: María Eva González del Socorro

Son unas fiestas distintas, únicas, como las que sólo saben apreciar personas supervivientes de un gran naufragio.

 

Muchos de nosotros lo somos por distintos motivos: unos han superado el Covid sin secuelas, otros han logrado sacar oposiciones después de años de intentarlo sin suerte, hay mujeres que aman la vida y creen tanto en Dios que han decidido ser madres este año….. Nosotros, toda nuestra familia, vive la Navidad intensamente junto a nuestro querido Julio, marido, padre, abuelo… Él nos marca el ritmo de cada día con su sonrisa amable, sus constantes  muestras de cariño, su retahíla de preguntas sobre todas las cosas que le rodean, sobre personas que conoce pero no recuerda y que no sabe que se han ido al cielo.

 

Su enfermedad le ha cambiado el carácter y ahora es un desborde de dulzura tratar a diario con este hombre que ha sabido plasmar la belleza de Tui en fotografías y vídeos que ha colgado en la red antes de que el Alzheimer le atrapase. Ahora mira asombrado álbumes impresos de fotografías digitales que había montado él mismo y los lleva a Amoralia, el centro donde tiene a sus nuevos amigos y amigas que le esperan cada tarde. Para ellos lee, con armonía y sonoridad, versos y relatos.

 

Julio aprende ahora el valor de cada minuto de la vida…. no los desperdicia. Antes de que el sueño le rinda, necesita escuchar la voz de sus hijos y acaba cada conversación embargado de emoción. A veces confunde sus nombres o los de sus esposas y marido, pero no importa. Todos sabemos a quienes se dirige y como se le agranda el corazón cuando habla de sus nietos y nietas.

 

Todos queremos hacerle feliz en este tramo del camino de su vida en este mundo, ahora que siente más que nunca la calidez y ternura que aporta el amor recibido.

 

Creo que todo el doloroso peregrinaje andado hasta llegar a esta estación nos ha hecho mejores personas, más generosas con los demás, más atentas a la hora de escuchar, no regateamos horas ni momentos para estar con él.

 

A una de nuestras hijas le han salido alas que sólo vemos nosotros cuando acuna a su papá cada noche, invitándole a soñar con cosas bellas, con música preciosa, con el mar que tanto aman los dos.

 

Ella me permite apoyar el hombro contra el suyo, para no decaer y seguir caminando pegadita a Julio, más unida y amada que nunca.

 

En el recibidor de nuestra casa descansa un conjunto navideño, con tren que entra en un túnel de una montaña, una casa en cuya puerta tocan la trompeta dos músicos dirigidos por un tercero con batuta. Suenan villancicos y se encienden un montón de luces. Cuando Julio lo vio, meneó su cuerpo al ritmo de la música y se sintió muy feliz. Hemos montado en casa una bonita Navidad pensando, sobre todo, en él. Acompañaremos sus días hablando de recuerdos que mantiene intactos, como las palabras cariñosas de su abuelo Joaquín, que estaba ciego y encamado, pero llamaba a su "mociño" para que fuese a acostarse a su lado.

 

En estas Navidades veremos muchas veces  las fotos de su álbum preferido, el que tiene tapas de cuero repujado por nuestra hija pequeña, cuando de muy jovencita e hizo un curso de marroquinería.

 

Pensamos mantener el ritmo diario sin variación,  para que su rutina, la gran aliada, no varíe y así evitamos que le  enrede el día.

 

Sus amores: sus hijos, hijas, nietos y nietas, estarán pegaditos a él, en vivo o con el pensamiento, el que cada día se despereza hasta despertarse de su letargo. Sus tesoros saben muy bien cómo hacer para endulzar su día.

 

Como siempre, a las dos de la tarde de los días hábiles, seguirá esperando a nuestro yerno,  para que nos lleve a Amoralia. Seguirá esperando las llamadas de su primo y de nuestro sacerdote amigo,  que le reconfortan.

 

Queremos que todas y cada una de las  cosas que ocurran en esta Navidad reduzcan y brillen… Queremos abrazar a las personas que nos quieren y que queremos. Queremos contagiarles amor, ternura, cariño, ilusión, esperanza, buen corazón y ganas de disfrutar la vida que se nos escapa entre los dedos.

 

Feliz Navidad, queridos lectores de esta sección de Infomiño. Próspero año 2022. Salud, amor y suerte.

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