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TOP 3: Miradores del Baixo Miño

A continuación, te dejamos los miradores más visitados y con las vistas más especiales a los distintos paisajes de la comarca

A continuación, te dejamos los miradores más visitados y con las vistas más especiales a los distintos paisajes de la comarca

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Fecha: 25 de Marzo de 2023

Fuente: Redacción

La comarca del Baixo Miño destaca por su singular situación geográfica, que se completa con recursos naturales y paisajes impresionantes. En distintos puntos de sus municipios y montes hay miradores desde los que contemplar las vistas de este enclave tan diferente: valles, montes, bosques, centros urbanos o la desembocadura del río Miño.

A continuación, te dejamos los tres más visitados y con las vistas más especiales:

 

1. Monte Santa Trega (A Guarda)

El Monte Santa Trega de A Guarda es todo un símbolo de la comarca e incluso de toda Galicia por su especial situación geográfica. En el mismo encontramos diferentes miradores en cada una de sus dos cumbres, O Facho y San Francisco, pero el más reconocido es el situado en el aparcamiento que se encuentra en su cima, al lado de su famoso hotel.

Desde el mismo se puede disfrutar del espectacular paisaje de la desembocadura del río Miño y la costa portuguesa. Se trata de uno de los puntos más visitados de toda Galicia, una imagen de postal que se completa con el altísimo valor patrimonial del monte. En sus proximidades pueden visitarse su poblado castreño, los distintos petroglifos hallados y una ermita del siglo XII, así como un museo arqueológico para aprender en profundidad sobre la vida de sus antiguos habitantes.

El acceso más común es por carretera, siguiendo la carretera de Subida ao Monte Trega tanto a pie como en automóvil, motocicleta o bicicleta. Además de los distintos establecimientos de hostelería y restauración situados en el monte, con un trayecto de pocos minutos puede llegarse al centro urbano de A Guarda y visitar los demás puntos de interés de la villa, como su puerto marinero o su fortaleza.

El aparcamiento está situado al lado de unas escaleras que permiten acceder al museo MASAT así como a otro mirador señalizado con un cruceiro, para observar otra perspectiva diferente de la desembocadura, con la Ínsua portuguesa en su pleno centro.

El Monte Santa Trega es uno de los lugares míticos de la comarca y también uno de los más visitados, atrayendo a numerosos visitantes cada mes de agosto cuando se celebran sus fiestas. Este alto mirador representa la esencia de la singular posición geográfica de la comarca, con una postal única de la realidad transfronteriza y con infinito interés natural y patrimonial que se vive en el Baixo Miño.

 

2. Mirador de Silleiro (Oia)

El mirador Silleiro se encuentra en el límite de la comarca, a las afueras del municipio de Oia y lindando con Baiona, en las proximidades del famoso faro de Cabo Silleiro.

Se trata de un mirador con un balcón artificial de madera sobre una roca, a unos 100 metros de altura, que da acceso a unas espectaculares vistas sobre la boca de la ría de Vigo, la isla de San Martiño, así como el resto del archipiélago de las Cíes. En días despejados, puede llegar a verse hasta el cabo Fisterra.

A las espaldas, pueden verse el Monte Silleiro, de 200 metros de altura, junto con la Serra da Groba y O Cortelliño, normalmente poblados por sus conocidos caballos salvajes.

Se puede acceder a él desde la carretera que asciende desde la PO-552 al Faro de Cabo Silleiro, pasando el antiguo cuartel militar; o bien desde la rotonda situada antes del restaurante Rocamar, en dirección Baredo.

En sus proximidades no hay servicios de restauración, pero a unos minutos en coche puede llegarse al centro de Baiona, una villa con también un alto amplio interés patrimonial y natural. Además, coincide con distintas rutas de senderismo de la zona.

En la actualidad es uno de los miradores más reconocidos de Galicia, que forma ya una famosa postal del infinito Océano Atlántico y de la costa de sur de Galicia. Además de su atractivo natural y paisajístico, permite visitar las abandonadas instalaciones militares en las que ahora se sitúa el Faro, utilizadas en la posguerra y todavía en proceso de encontrar un nuevo uso, a cargo del Concello de Baiona.

 

3. Mirador Niño do Corvo (O Rosal)

El mirador Niño do Corvo está situado a 307 metros de altitud, en el conjunto de montes que encierran el valle del municipio de O Rosal (Serra do Argalo), marcando su límite con Tomiño. Se encuentra en un punto separado de los demás montes, por lo que es el mejor lugar para observar tanto el valle del río O Tamuxe como las sierras que lo rodean.

Desde la cima se puede divisar su centro, así como A Guarda, Tomiño y Caminha y Vila Nova de Cerveira, al otro lado de la desembocadura del río Miño. Se trata de un lugar muy tranquilo y con unas vistas muy especiales, uno de los miradores más visitados de la zona tanto a pie como en bicicleta.

Para llegar debe cogerse la carretera con dirección a O Morán desde la plaza de O Calvario. Al llegar al alto próximo a la casa de la Comunidad de Montes de San Miguel, se debe girar y seguir subiendo 2 kilómetros hasta llegar a un cruce. En el cruce, tomar la carretera asfaltada a la derecha, de pronunciada pendiente, al lado de un depósito de agua.

El mirador es accesible en bicicleta, coche y motocicleta así como andando, aunque es un tramo exigente por su acusado desnivel. No tiene servicios de restauración próximos, pero sí un merendero en el que sentarse a disfrutar. La mejor hora para visitarlo es a primera hora de la mañana o al atardecer, para poder observar sus colores en la desembocadura del Miño.

Además, a escasos 500 metros de este mirador se localiza el alto de Cabezo Gordo, con vistas del valle de O Tamuxe y O Rosal hacia el oeste.

El mirador Niño do Corvo se ha convertido ya en una de las paradas imprescindibles para disfrutar del enclave natural tan especial que posee la comarca, con una impresionante panorámica que permite ver la frontera entre Galicia y Portugal desde un balcón totalmente privilegiado con una perspectiva única.

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