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Ni ladrones ni okupas, el enemigo del verano que entra en tu casa sin llaves

Pero hay otro tipo de invasión, mucho más silenciosa, que pocas veces entra en los planes, las plagas.

Pero hay otro tipo de invasión, mucho más silenciosa, que pocas veces entra en los planes, las plagas.

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Fecha: 03 de Julio de 2025

Fuente: Redacción

Cuando llega el verano y toca preparar las vacaciones, muchos se aseguran de dejar la casa bien cerrada. Se bajan las persianas, se revisan las cerraduras, se desconectan los aparatos eléctricos, se avisa al vecino para que eche un ojo… Todo para evitar encontrarse a la vuelta con una sorpresa desagradable. El miedo más común suele ser el de un robo o incluso una ocupación ilegal. Pero hay otro tipo de invasión, mucho más silenciosa, que pocas veces entra en los planes, las plagas.

Hormigas que rastrean restos de comida, cucarachas que se cuelan por las tuberías, roedores que encuentran el camino abierto desde un patio, mosquitos que aprovechan una ventana mal sellada. Mientras la casa queda vacía, estos visitantes encuentran las condiciones perfectas para instalarse. Y cuando se vuelve de las vacaciones, el susto puede ser grande.

El verano es la temporada alta para estos intrusos. Las altas temperaturas favorecen su actividad, y la ausencia de personas reduce cualquier interferencia. Basta una bolsa de basura olvidada, un grifo que gotea o unas migas en la encimera para que empiecen a aparecer.

Desde Denfor, especialistas en control de plagas, lo ven cada año: «Nos llaman a finales de agosto porque alguien vuelve a casa y se encuentra con un nido de cucarachas que ha crecido detrás del frigorífico, o descubre que las hormigas no solo recorren el salón, sino que ya han hecho colonia dentro de los marcos de las ventanas», explican. También son habituales las llamadas por infestaciones de roedores que aprovecharon un patio mal cerrado, mordisqueando bolsas de pienso de mascotas o accediendo al interior por pequeñas grietas. «Son situaciones que al principio pueden parecer menores, pero que durante varias semanas sin nadie en casa se amplifican. Cuando alguien vuelve y lo descubre, ya no basta con una limpieza superficial, hace falta intervenir a fondo», advierten desde la empresa.

Por eso, antes de salir, conviene preparar la casa con la misma seriedad con la que se protege frente a otros riesgos. La limpieza no es solo una cuestión de orden, cualquier resto de comida, cualquier bolsa de basura, cualquier plato sin fregar es una invitación directa. Las cocinas son un imán, pero tampoco hay que descuidar rincones donde se acumulan papeles, cajas o cartón.

La humedad es otro factor decisivo. Una fuga pequeña en el baño, un grifo mal cerrado o agua acumulada en macetas pueden pasar desapercibidos cuando hay alguien en casa, pero durante semanas sin supervisión se convierten en imanes para cucarachas, hormigas y mosquitos. Desde Denfor recomiendan no limitarse a limpiar, sino revisar bien las conexiones bajo los fregaderos, las juntas de las tuberías o los puntos donde suele acumularse condensación. «Hemos visto casos donde, al volver de vacaciones, los propietarios se encuentran con un foco de cucarachas en la zona del lavavajillas o bajo el fregadero, alimentado por una humedad que nadie detectó antes de salir», alertan.

También es importante inspeccionar las ventanas, los mosquiteros y las grietas en paredes o puertas. Esos diminutos pasillos son las entradas principales para los bichitos invasores. Y aunque no siempre se menciona, cerrar las llaves de paso de agua no solo previene accidentes, sino que elimina una fuente de atracción para los roedores.

«Prevenir es siempre más fácil, y más barato, que tener que reaccionar una vez que el problema está dentro», subrayan desde Denfor. Y añaden una reflexión que pocas veces nos hacemos: «El verano es un buen momento para revisar si realmente protegemos nuestra casa en todos los sentidos. Muchas veces pensamos solo en lo que vemos, pero lo que no se ve es lo que más daño puede hacer».

Así que quizá este año, antes de colgarte la mochila y salir corriendo a buscar sol, conviene dedicar un momento a preguntarte si has dejado la casa lista para volver a ella tal como la dejaste. Porque sí, ni ladrones ni okupas, el verdadero enemigo del verano puede ser ese que entra sin llaves y se cuela por cualquier rendija.

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